¿EN MANOS DE QUIÉN ESTAMOS?
Mauricio Gómez Buriticá
@elmago_b
Con la designación de Luis Omar Candamil
como agente liquidador de Corpereira, parecía, en un principio, que los sempiternos
problemas del Deportivo Pereira al fin se acabarían, o al menos, sería el
comienzo del final de una cadena de desaciertos administrativos a lo largo de
su historia.
El simple término de liquidador genera
miedo, suena como a aniquilador; pero como los golpes recibidos han sido tantos
gracias a los nefastos manejos ejecutivos en el conjunto matecaña, esta nueva
arandela en su maltrecha historia se terminó aceptando como el posible renacer
del equipo, algo así como acabar con lo que hay para comenzar de nuevo. Desde
luego que en la realidad no es tan fácil como suena ya que hay todo un intríngulis
jurídico de por medio que no viene al caso.
Sin embargo, cuando ni siquiera se ha
completado un año de la llegada del liquidador Candamil, es fácil concluir que
salió más caro el remedio que la enfermedad. ¿Quién iba a pensar que tras la
funesta administración de Álvaro López, las cosas sí podían ser peores?
Si de malas asesorías se trata, Candamil,
que no solo funge como liquidador sino como administrador, no se quedó atrás de los López. Se trajo como
consejero a José Duván Vásquez Salazar, un dirigente caldense, de paso nefasto
por el Once Caldas y de fracasos gerenciales en las empresas en las que ha
estado.
Si bien Candamil es el que ordena el
gasto y da las órdenes como el hoy representante legal de Corpereira, es
Vásquez, a la sombra, quien decide lo que se hace y deja de hacer en lo deportivo,
supuestamente por su vasto conocimiento en el fútbol.
Las equivocaciones de Vásquez son más
que evidentes: El mal manejo que le dio a la salida del profesor José Fernando
Santa y la contratación de un cuerpo técnico extranjero (algo estrafalario para
las arcas de la institución y para el mismo torneo). Todo lo que ello conlleva,
comenzando por los perversos resultados deportivos, son hechos cumplidos que
evidencian su mal asesoría.
Sus
descalabros
¿Qué más se puede esperar de una persona
que cuenta en su hoja de vida con varios naufragios gerenciales?, eso sin
contar algunos episodios en los que su comportamiento de caballero quedó en
entre dicho. Veamos:
Duván Vásquez llegó a la junta directiva
del Once Caldas como delegado de la Industria Licorera de Caldas, firma
patrocinadora del equipo. El mismo Vásquez había integrado la junta directiva
de la ILC cuando su presidente era Carlos Arturo Feho, quien con su equipo de
trabajo condujo a la empresa a una crisis financiera.
El hoy asesor del Deportivo Pereira, fue
uno de los responsables de la mayor crisis económica del ‘blanco, blanco’ de
Manizales. Durante su gerencia, el Once Caldas tuvo un descalabro financiero
que puso a dicha institución en 2012 al borde de la liquidación y la
desaparición (El mismo proceso que lleva hoy Corpereira).
Los pasivos del Once Caldas, en aquel
entonces, llegaron a los 21 mil millones de pesos. Sus reiterados
incumplimientos con jugadores y acreedores, uno de ellos la DIAN, hicieron que
la Superintendencia de Sociedades nombrara un Promotor para el equipo caldense.
Vásquez no solo era el gerente, sino que
era accionista del equipo y representaba el 37% de las acciones junto a José
Manuel López y Jorge Iván Jiménez. En plena crisis se le apareció la virgen y
tras sus gestiones, la empresa Kenworth de la Montaña adquirió ese 37% y además
hizo una capitalización de mil 200 millones de pesos para manejar el 70% de la
institución.
Pero antes de tener ese fatídico paso
por el Once Caldas, el ‘asesor’ ya había declarado otra empresa en quiebra, se
trata de Máximo Exportadores, dedicada a la exportación de café y de la cual él
era su gerente. Los millonarios pasivos lo obligaron a declarar la empresa en
bancarrota en el año 2008.
Más
equivocaciones
Con estos antecedentes, no se entiende
el por qué el señor Luis Omar Candamil ha expresado públicamente en reiteradas
ocasiones que confía en la capacidad de Duván Vásquez y en su don de gente para
sacar al Pereira de la crisis.
¿Don de gente?... No creo que esa virtud
sea digna de alguien que agrede físicamente a jugadores y pide la cabeza de
periodistas simplemente porque se atreven a cuestionarlo. Vale la pena hacer un
recordatorio de dos hechos que dicen mucho del tipo de persona que es:
En junio de 2010, mediante misiva
enviada a los directivos del Canal UNE Manizales, pidió la cabeza del
reconocido y respetado periodista Germán Mejía Gallo, por el simple hecho de
que éste, de manera argumentada, cuestionaba sus irrebatibles fracasos
gerenciales. El entonces Gerente General del Caldas, calificó a Mejía Gallo de
irrespetuoso y exigió su salida del medio de comunicación bajo el argumento de
que el Canal era aliado comercial del equipo.
Y en otro hecho, en mayo de 2011, le dio
un puñetazo en la nariz al jugador Félix Micolta, porque éste le renunció
argumentando que le debía un mes de salario. En ese momento, esto fue lo que el
jugador le dijo a los medios de comunicación: “Él me llamó, me empezó a tratar mal, me dijo que era un mal agradecido,
me empezó a insultar, me dijo que tenía ganas de meterme la mano y yo le dije
hágale don Duván. Y cuando lo mire a él, sentí el golpe en la cara”. El episodio
fue aceptado por el propio Vásquez, quien después ofreció excusas a través de
un comunicado oficial.
¿En manos de quién está el Deportivo
Pereira? Por eso es que estamos como estamos.
Comentarios
Publicar un comentario