SOS por Éver González

Éver González, el primero de arriba de izq. a der en el Dep. Pereira del 82.
Mauricio Gómez B.
@elmago_b
Éver González, exjugador del Deportivo Pereira en la década del 80 pasó a formar parte de la lista de aquellas figuras del fútbol de antaño que por alguna razón han caído en el oscuro mundo de la calle.

A González, desde hace ya un buen tiempo, le han visto caminando las calles de Armenia, con costal al hombro y en evidente estado de indigencia.

Éver, quien además militó en Deportes Quindío -equipo en el que debutó como profesional en 1978-, Deportes Tolima y Atlético Nacional, regresó a Colombia en 2005 después de un exitoso paso como técnico en varios oncenos del fútbol de Guatemala donde estuvo radicado por más de siete años.

Su última aparición en el panorama futbolístico fue en 2006 cuando hizo parte del cuerpo técnico de Acción Cívica, equipo de Dosquebradas que afrontó el torneo nacional de la Primera C.

Después de eso no se había sabido nada más de él, hasta que su figura se hizo cotidiana en las calles de la capital del Quindío en un estado al que aún no se sabe cómo llegó.

González: Arriba, el cuarto de der. a izq. en el Deportes Quindío del 78.
En días pasados, Jorge Bermúdez “El Hacha”, su excompañero en Deportivo Pereira y Deportes Quindío, lo encontró en una calle cerca a la Alcaldía de Armenia, lo llevó a una cafetería y allí conversaron. González le confesó a Bermúdez que cayó en ese mundo porque se había quedado solo y arruinado.

Ante esta situación varios amigos del fútbol, liderados por Bermúdez, entre ellos Aurelio Balbuena -radicado en Pereira- y ‘El Terra’ Vélez, que trabaja junto al ‘Pollo’ Díaz en una Escuela de Formación Deportiva en Armenia, han mostrado su interés para ayudar a Éver González, quien en la actualidad cuenta con 58 años.

Esta nota, más que despertar el interés amarillista de muchos, busca llamar la atención frente al caso de un ser humano que en sus años de mayor productividad, lo dejó todo en la cancha para defender con profesionalismo los colores de varios equipos del fútbol colombiano, entre ellos Deportivo Pereira, en el que además integró su cuerpo técnico entre 1995 y 1996.


Ojalá que la sociedad futbolística, o las propias instituciones de las que hizo parte, se hicieran cargo de su caso y lideraran una campaña para traer de vuelta a Éver González, una figura del ayer con un presente oscuro en el que su único refugio es la droga y la calle.

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