El Pereira es un cabaret


Los malos resultados, el nivel de rendimiento deportivo por el piso, las peleas entre jugadores y de jugadores con los hinchas y hasta con los periodistas, hacen del Pereira de hoy un verdadero cabaret.

Por Mauricio Gómez Buriticá
Buenos Aires, Argentina
@elmago_b
En 1998 el jugador de Boca Juniors, Diego Latorre, dijo que su equipo era un cabaret. Con ese calificativo, que se quedó en la memoria del fútbol argentino y que se revive cada que hay una crisis interna en Boca, el hoy comentarista del canal Fox Sports quiso reflejar lo que se vivía por aquel entonces: bajo nivel deportivo, malos resultados y peleas entre jugadores; hechos que, además, fueron ventilados a la prensa desde la intimidad del camerino.

Por estos días, con las aguas agitadas en torno a Deportivo Pereira, es inevitable no traer a la memoria el famoso cabaret de Boca. Los malos resultados, el nivel de rendimiento deportivo por el piso, las peleas entre jugadores y de jugadores con los hinchas y hasta con los periodistas, hacen del Pereira de hoy un verdadero cabaret.

El show más reciente del cabaret se dio el pasado viernes tras la derrota ante Deportes Quindío, la cual dejó al equipo con mínimas posibilidades de ascender a primera división. Su protagonista, el delantero Diego Echeverri, quien no contento con intentar agredir al periodista Julián Santa, al que intimidó y absurdamente culpó del no ascenso del equipo, la emprendió contra los hinchas en las afueras del estadio. La discusión, que comenzó porque el jugador había dejado mal estacionado su carro impidiendo la salida de algunos aficionados, terminó con acusaciones de lado y lado, haciendo necesaria la intervención de la policía.


Echeverri, una ‘joyita’
Lo acontecido el viernes con Echeverri no es un caso aislado. No es la primera vez que el delantero paisa protagoniza actos de esta naturaleza. En abril de 2016, cuando militaba en Atlético Bucaramanga, fue agredido por un grupo de hinchas del equipo leopardo tras un partido ante Deportivo Cali. El mismo jugador hizo la denuncia pública a través de las redes sociales y culpó a algunos líderes de la barra ‘Fortaleza’. ¿Por qué fue agredido y qué fue lo que motivó el ataque? Poco o nada se habló de eso.

Lo que pasó en Bucaramanga hace dos años y medio, demuestra que lo vivido esta vez en Pereira no es casualidad y que el jugador ha estado en el foco de conflictos con las hinchadas de los equipos en los que ha militado.

Y esto no es todo. En 2014, Echeverri, jugando para Real Cartagena, fue sancionado por la Dimayor con 12 meses de suspensión por golpear a un árbitro en un partido de pretemporada ante Barranquilla. Según el informe arbitral, el 11 de enero en el municipio de Malambo, Atlántico, Diego y su compañero Arol Reyes golpearon al juez central “con un puñetazo en el rostro, produciéndole una herida sangrante, lo cual hizo necesaria la atención médica”.

¿Saben quién era el técnico de Echeverri en Cartagena? José Fernando Santa, el mismo que lo llevó a Pereira conociendo de su genética conflictiva. ¡Grave! ¿No?


También ‘Pichú’ Núñez
Volviendo al Pereira de hoy, son varios los acontecimientos bochornosos de esta temporada. El lunes 13 de agosto, por ejemplo, en partido correspondiente a la fecha 19 del Torneo Águila, el equipo encajó una dura derrota 4 a 1 en su visita a Orsomarso en Palmira, lo que generó fuertes críticas y agresiones verbales de algunos hinchas que estaban en la tribuna del estadio Rivera Escobar.

Cuando se disponía a ingresar al camerino, el jugador Juan Gilberto ‘Pichú’ Núñez irrumpió en la tribuna y con total furia quiso responder a golpes los improperios de los aficionados. De no ser por la policía la situación pudo pasar a mayores. En este caso, la Dimayor lo sancionó con 4 fechas, pero Deportivo Pereira guardó un silencio cómplice con el jugador.

Núñez, así como Echeverri, también venía con antecedentes de violencia. En 2013 había recibido una sanción de 3 meses por agredir a un árbitro. En aquel entonces, el delantero militaba en América y tras ser expulsado por doble amarilla en un clásico ante Deportivo Cali, no solo le pegó al juez central sino que agredió a un rival.

Estos censurables hechos han sido acompañados por declaraciones desatinadas del técnico pereirano José Fernando Santa, quien sin proponérselo, ha avivado el ambiente hostil que rodea al equipo.

El día del escándalo de Núñez en la tribuna de Palmira, en los testimonios post-partido, Santa dijo textualmente: “Es difícil convivir con la miseria humana que a veces rodea a este equipo”, expresión que claramente aludía a los hechos acontecidos minutos antes y que no cayó bien entre los aficionados.

Casi un mes después, el 9 de septiembre, el Pereira empató a dos goles jugando de local ante Cortuluá en partido que se disputó a puerta cerrada. En rueda de prensa Santa emitió un mensaje que dejó entrever que había falta de compromiso por parte de algunos jugadores. “Antes de pensar en irnos -renunciar-, estamos pensando en clasificar, tenemos que hablar con los jugadores a ver si ellos se van a comprometer, pero de hecho y no de palabra”, dijo.


Más del cabaret
En la memoria del aficionado quedan los hechos más recientes, pero si hacemos un recorrido por la temporada desde su inicio, nos encontramos con otro acto acontecido el 19 de abril en un partido ante el Atlético y que, a lo mejor, sirvió de preámbulo para lo que es hoy este Deportivo Pereira de risa.

Esta vez los actores del conflicto fueron los volantes Cristhian Mejía y Rafael Navarro. Luego de discutir, Navarro le pegó a su propio compañero y el árbitro lo expulsó de la cancha al final del primer tiempo.

Pero la lista sigue. El 20 de agosto pasado el periodismo ya había sido el blanco de agresiones, esta vez por parte de Rubén Darío Marín, paradójicamente oficial de Seguridad del Pereira.

Marín, al parecer molesto por los comentarios del periodista de RCN Juan Camilo Restrepo, la emprendió contra el comunicador, quien se había expresado molesto por la mala actuación del equipo en el partido que perdió como local ante Cúcuta Deportivo 1 a 0.

Mediante un comunicado de prensa, Marín y Deportivo Pereira reconocieron su salida en falso: “El servidor de nuestra institución lamenta este acto en el que se salió de casillas y que afortunadamente no pasó a mayores, es consciente que no se debe repetir y presenta sinceras disculpas tanto a Juan Camilo -Restrepo- (Ni el apellido pusieron), como al gremio periodístico”.

No fue uno, ni fueron dos, han sido muchos los casos de abuso, de prepotencia y de violencia protagonizados por los actores de Deportivo Pereira que, a esta altura del año, tendría que estar generando otro tipo de noticias.

Para los que quieren buscar razones por las cuales el Pereira no asciende, aquí tienen algunas. Por lo pronto, que siga el show, que siga el cabaret.

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